jueves, 25 de octubre de 2007

Visita al Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla

La semana pasada acudimos a la visita al Fondo Antiguo de la Universidad de sevilla, donde Eduardo Peñalver amablemente nos mostró sus instalaciones. En primer lugar pudimos ver la documentación de la sala de investigación, en la que se incluyen los incunables, y el catálogo general de éstos de la Biblioteca Nacional, impreso antes de 1501. Ojeándolo, observamos que aporta información muy abreviada, título, pie de imprenta, fecha y descripción de cada uno de los incunables que allí se sitúan. Por otra parte, también vimos el catálogo de fichas, donde se albergan, entre otros, el catálogo del archivo histórico, de 1601 a 1950. A la derecha de éste está la biblioteca palatina, donde la documentación aparece en formato de microfichas.
Una vez entramos en el fondo en cuestión, primeramente nos explicó la labor que se realiza en el taller de digitalización, incluso una compañera digitalizó un documento para que viéramos el resultado. Los incunables, libros científicos del siglo XVI, e impresos de sucesos, son digitalizados y puestos al servicio de todo usuario que desee tener información sobre ellos (http://fondosdigitales.us.es/)
A continuación, entramos en el propio fondo, que cuenta con 917 volúmenes manuscritos, 8.000 del siglo XVI y una amplísima colección de los siglos XVII y XVIII, y observamos libros de distintas épocas, encuadernaciones (papiro flexible, cartón o cuero sobre cartón, denominada encuadernación española o valenciana), y conservación. Tras ésto se hace muy presente el resultado de las tareas de restauración, que solventan las huellas de insectos que destruyen los documentos, y del paso del tiempo; desgraciadamente las huellas de la censura son irreparables, cosa que también pudimos comprobar. Uno de los volúmenes que me pareció más interesante, de gran tamaño y peso, forma parte de la colección de atlas, seguramente muy usados por comerciantes, aportando la visión que se tenía sobre los distintos países, unos con más acierto que otros. Según nos dijo Eduardo, el coloreado de los mismos se llevó a cabo posteriormente, cosa que pudo aumentar su valor y fomentar su venta.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Búsqueda en Google Books


En un principio comenzaremos leyendo toda la información que nos ofrece la página de inicio, donde explica cómo realizar la búsqueda de un libro o autor, así como las demás posibilidades de esta nueva herramienta. Algunas son poder ver fragmentos del libro, o si el editor o autor ha dado permiso, ojear páginas completas o el libro entero; también enlaza con librerías en línea donde adquirir el texto deseado; las distintas vistas previas que nos permite de nuestra búsqueda; y cómo llevar a cabo capturas de pantalla. Además me ha parecido interesante los pasos a seguir que establece una vez localizado nuestro libro: examinarlo para ver si es de utilidad, nueva búsqueda, reseñas y críticas del mismo mediante la opción "acerca de este libro", más información sobre el editor, y por último dónde comprarlo o buscarlo en una biblioteca. Todos estos pasos a seguir me han parecido de gran utilidad para aquellos que no conocen cómo realizar búsquedas bibliográficas, además facilita el lugar exacto donde adquirirlo, sin tener que buscarlo nosotros mismos.
Una vez elegido el autor, César Mallorquí en mi caso, aparecen 347 registros en 0,10 segundos, y de lo más variado: desde libros como "De King Kong a Einstein: La física en la ciencia ficción", que nos ofrece las 289 primeras páginas del mismo o "La fraternidad de Eihwaz", a una página de la Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, que, aunque no podemos abrirla, reseña que en la página 186 "El premio lo obtuvo César Mallorquí con el relato El mensaje perdido..." es decir, aparecen registrados los premios que ha obtenido nuestro autor, y otras informaciones sobre éste.
Otras entradas corresponden a la "Biblioteca de escritores baleares", donde aparece la palabra "mallorquín" y en la opción "acerca de este libro" nos hace referencia de otros tres, uno de ellos "Arabistas españoles del siglo XIX[i.e. Diez y nueve]", ya que como podremos comprobar, en la bibliografía de éste aparece el título inicial. Bajo ésto, encontramos la opción ¿dónde está el resto del libro? y como explicación establecen claramente "Nuestros socios deciden qué parte de estos libros se va a poder examinar", y como curiosidad me ha parecido interesante que en la parte superior de esta misma página se establezca una lista de frases y palabras clave.
En otro libro de nuestro autor, "La cruz del Dorado", miramos en la opción "buscar bibliotecas", y comprobamos que nos aparecen dos registros en el catálogo Rebiun, uno de 2001 y otro de 2004. Si pinchamos en el nombre del autor, nos aparecen todos los datos acerca del libro: edición, editorial, descripción física, notas e ISBN, y si miramos en la opción "buscar catálogo" nos lleva directamente al catálogo fama, donde obtendremos la información precisa de dónde encontrarlo. Si volvemos atrás y pinchamos sobre el título, éste nos lleva de nuevo al catálogo fama, donde está la opción de reservar el ejemplar.
En el caso del libro "El último trabajo del Señor Luna ", nos aparece la opción de compra: en La Casa del Libro y en El Corte Inglés, si pinchamos en la primera veremos su precio, 7, 95 y la posibilidad de hacer la compra on-line.

jueves, 4 de octubre de 2007

Los aspectos fundamentales de una biblioteca

Esta semana hemos podido conocer aquellos aspectos fundamentales de los que consta toda biblioteca:
1. La colección: factor en el que se engloban tanto libros, revistas, vídeos, recursos electrónicos, etc...
2. Los profesionales, los bibliotecarios: necesarios en la biblioteca ya que conocen la colección, y llevan a cabo la selección, lo que convertirá dicha biblioteca en singular frente a las otras, contando con una información previamente contrastada y por ello de gran calidad.
3. Los usuarios: de los que será muy importante conocer su demanda, en función de unos criterios, como estadísticas, etc. de manera que vean cubiertas sus necesidades.
Y por último los espacios, hecho que marcará el futuro de las bibliotecas universitarias que pasarán a conformar los CRAI, centros de recursos para el aprendizaje y la investigación, espacios multifuncionales, tanto físicos como virtuales, como salas insonorizadas para trabajos en grupo, espacios verdes, cafetería, etc. Podremos asistir en un futuro cercano al CRAI que será edificado en el Prado de San Sebastián, a manos de la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid, del que podemos observar imágenes.

martes, 2 de octubre de 2007

El futuro de las bibliotecas

Hemos visto en el artículo de esta semana cómo las bibliotecas han pasado a ser consideradas como meras "salas de estudio"... y si esta situación continúa... ¿cabría pensar que las bibliotecas se mantendrán en el futuro... o una vez que los libros sean digitalizados y estén al alcance de la mano desde cualquier ordenador, el espacio físico de la biblioteca será sustituído?
Yo defiendo que la biblioteca no será eliminada... que no es necesario cambiar un sistema por otro, que ambos pueden convivir.
Es cierto que las bibliotecas, tanto públicas como universitarias se han esforzado en crear servicios de calidad para un público cada vez más exigente y autónomo, reorganizando servicios y adaptándose a los cambios, y esta tarea debe continuar para su perdurabilidad futura. Para ello será fundamental contar con infraestructuras económicas y tecnológicas adecuadas. Habría que tener en cuenta qué puede ofrecer a los usuarios que no se encuentre en internet. Yo creo que en este punto la clave es la atención a los usuarios, en la medida en que la satisfacción de las necesidades de información del usuario seguirá siendo una de sus labores principales.
Además deberíamos tener en cuenta que una vez digitalizada toda la documentación, ésta puede ser vulnerable, en el sentido de que fácilmente se podría modificar el contenido de ésta. Estando en la red, las medidas de protección podrán ser fácilmente salvadas por aquellos que sepan cómo hacerlo y tengan algún tipo de interés en ello.
Por último, cabe citar que no todo el mundo tiene acceso a la tecnología, y de esta forma la desigualdad se haría mucho mayor, ya que, si la información está en un ordenador... ¿si no tengo uno, ya no tengo derecho a la cultura y a la educación?